martes, 14 de septiembre de 2010

UN TERCIO, POR FAVOR

Saludos, ciudadanos.


Curiosidades de la vida; ayer (otro día de esos de calor hasta derretirse), regresando de unas tareas que mi Santa me había encomendado, entré a un conocido bar de la localidad para mitigar la temperatura con una cerveza bien fría. Mi Santa había puesto énfasis en que volviese rápido pero el calor era sofocante, así que pensé "que le den".

Mientras el primer trago bajaba por el gaznate, y sin poder evitarlo, tuve por fuerza que oir la conversación que se llevaba a cabo en una de las mesas cercanas a la barra. Tres hombres y una mujer charlaban animosamente con un volumen más bien alto (característica valenciana por excelencia, recuerdo que en la mili se podía distinguir sin temor a equivocarse a los paisanos valencianos por sus elevados decibelios). Inconscientemente, mi cerveza pasó a un segundo plano en importancia ya que de la conversación que mantenían, vaya, giraba precisamente sobre este blog.


Algunos mamíferos tienen la cualidad de poder girar las orejas hacia el punto de atención. No es mi caso, pero deseé poder hacerlo "para oirte mejor" cual lobo de Caperucita. Me tuve que conformar con las ondas sonoras que me llegaban estando de espaldas y a unos tres metros, pero por suerte eran suficientes, cómo no, gracias a los decibelios valencianos.

Lástima haber pillado la conversación ya comenzada, hubiese sido interesante averiguar el punto de partida. Pese a todo pude comprobar que eran lectores asíduos ya que estaban al tanto de los artículos, desde algunos ya viejunos hasta los más recientes. Los contertulios estaban de acuerdo en una serie de puntos, pero dos de ellos (los que parecían ser pareja) defendían posiciones contrarias a los otros dos. Quizá por eso la conversación se alargó, si hubiesen estado todos de acuerdo no habría debate y sería mucho más aburrido.

Antes de seguir, si alguien espera que vaya a reproducir aquí lo que pude oir, siento defraudarle. No es mi estilo. Me quedo con lo que para mi fue lo más importante de la casualidad a la que pude asistir: el hecho de que cuatro personas estuviesen hablando de política local sin estar implicados en la misma. Es irrelevante que mi blog fuese o no el detonante de la charla. Aunque es innegable que alguna culpa tendré en ello, lo verdaderamente asombroso en estos días que corren es que haya ciudadanos interesados por su entorno político. Vuelve a ser irrelevante que escoren más al este o al oeste de la brújula de los partidos porque también se planteó durante la charla el norte o el sur. Y todo desde sus pros y sus contras, su fulano y su mengano, con hechos, nombres, recordatorios, venganzas, cifras de memoria seguramente equivocadas, defensas, ataques, alabanzas e insultos, como ha de ser en una conversación de bar donde todos son libres de decir lo que piensan.

Ha sido una de las más placenteras cervezas de mi vida. Refrescaba por dentro y refrescaba por fuera.

5 comentarios:

  1. Castro9/14/2010

    Muchos creen que los jóvenes pasan de la política, pero nos sorprenderíamos de la cantidad de treintañeros que se interesan. Buen artículo.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo9/14/2010

    Dime, ¿ese bar esta cerca de la sede del PSOE?

    ResponderEliminar
  3. Que se te ve el PLUMERO Ciudadanoooooo!!!!!!!!
    JAJAJJAJAJAJAJJAJAJa

    ResponderEliminar
  4. @ Anónimo: he tenido que buscar dónde está la sede del PSOE. No, no está cerca.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo9/15/2010

    Uff menos mal, pensaba que habia sido yo

    ResponderEliminar

Escribe lo que quieras sin insultar ni faltar el respeto a nadie, lo cual nos obligaría a borrar tu comentario ya que podría constituir delito. Gracias.